En julio, las ventas minoristas PyMEs marcaron un retroceso en la medición interanual con una baja de un 2% a precios constantes. Comparado con el mes anterior, el descenso fue aún más marcado, con una disminución de un 5,7 %.
En lo que va del año, la comercialización acumuló un crecimiento interanual de un 7,6%, marcando una mejora respecto al mismo período del año pasado.
Respecto de la economía de los comercios, el 57,9% indicó en un relevamiento que se mantuvo igual respecto al año anterior, mientras que un 30% (2,5% más que el mes anterior) afirmó que empeoró.
Por otro lado, el 49,2% de los comercios relevados sostuvo la creencia de que la situación económica de su negocio mejorará de cara al próximo año, mientras que la cantidad de encuestados que cree que será peor, creció respecto al mes anterior, estableciéndose en el 10,1%.
De acuerdo con el Índice de Ventas Minoristas (IVM), elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), se registraron variaciones puntuales en el movimiento comercial vinculadas al cobro del aguinaldo y el turismo por las vacaciones de invierno, aunque sin alterar la tendencia general.
Del análisis por rubro surgió que, de los siete sectores relevados, solo tres registraron variaciones interanuales positivas. “Perfumería” encabezó el crecimiento con un 1,8%, seguido por “Farmacia” (0,9%) y “Alimentos y bebidas” (0,4%).
En sentido contrario, cuatro rubros presentaron caídas. “Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles” mostró la mayor retracción con un 6,7%, seguido por “Textil e indumentaria” (-5,1%), “Calzado y marroquinería” (-2,5%) y “Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción” (-1,9%).
Durante julio, las ventas en los distintos rubros estuvieron condicionadas por factores económicos que limitaron el consumo, como el endeudamiento de los hogares, el uso restringido del crédito y el aumento de los costos operativos, según el informe de CAME.
Para sostener la actividad, los comercios recurrieron a promociones, cuotas sin interés y descuentos, mientras que en algunos casos se incorporaron servicios como entregas a domicilio o venta online. Las compras se concentraron en productos de primera necesidad y montos bajos, con una fuerte planificación del gasto, finalizó el relevamiento privado.